lunes, 27 de febrero de 2023

Y entonces el cine

 

Me ha tocado, contar la historia del cine, desde sus comienzos hasta aproximadamente la década del 70, sobre todo en su progreso técnico. Apelaré a mi memoria ya que todas las innovaciones técnicas pude presenciarlas y contar anécdotas vividas desde  la platea del cine barrial o céntrico.

Por supuesto toda la primera época, inicios, período mudo y comienzos del sonoro, he recurrido  a libros, revistas y documentales que ilustran tal período.

El comienzo del llamado octavo arte, tuvo su principio en la linterna mágica y en muchos otros aparatos que se presentaron, simultáneamente. Pero nos quedaremos con dos ejemplos el kinetoscopio de Edison desde 1892 con pequeños cortos de pocos segundos y cuyo costo era un níquel, de allí lo de nickelodeons y la primera exhibición de los Hermanos Lumiere, 28 de diciembre de 1895 a 1 franco la entrada con una taquilla inicial de 32 francos o sea 32 espectadores que vieron como una pantalla se iluminaba y las fotografías tomaban movimiento, asustando a muchos de los presentes

No  acostumbrados a este tipo de representaciones, conocemos todos como continuó la historia, mas noticieros esta vez desparramados por todo el mundo y seguido la aparición de Melies con sus juegos imaginativos. La industria, si la podemos llamar así, progresó en todo el mundo y en 1897 ya tenemos nuestro primeros cortos en nuestro país, reservándonos para 1909 los primeros cortos de argumento realizados por un inmigrante Mario Gallo,  que seguía la moda italiana del film histórico y el mismo acompañaba con el piano las escenas de la película. Según me contó su hija Yole Gallo de Porto: “el viejo se gastaba todo lo ganado en un santiamén, por qué le gustaba vivir bien”.

Aproximadamente en 1912 y como consecuencia de la guerra de las patentes y las persecuciones de Edison, aparece a la vista de los directores pioneros un lugar llamado Hollywood, donde comenzaría una de las industrias  más importantes de Estados Unidos.

No podemos dejar de hablar de “Asalto y robo de un tren” de 1908 de Porter con el primer plano de la historia del cine, la discutida “El nacimiento de una Nación” donde Griffith desplegaba todos sus conocimientos de la gramática cinematográfica. el aporte de Thomas Ince con su metafórica “Civilización” y la grandilocuencia nuevamente de Griffith con las cuatro historias paralelas de “Intolerancia” que detuvieron con su temática antibelicista, la entrada de Estados Unidos  en la Primera Guerra Mundial, que fue vivida como un gran acontecimiento como si se tratara de un espectáculo más.

El  presidente Wilson había prometido no entrar en la guerra, pero la historia y sus  asesores, decidieron otra cosa.

Griffith, más que  como un director de cine, fue recibido como un embajador y filmó “Corazones del mundo” parte en las trincheras francesas y el resto en  Hollywood. La guerra posibilitó que el cine norteamericano se colocara en primera posición con respecto al resto del mundo más allá del cine mudo alemán (Metrópolis) Murnau y Pabst y toda su obra, el cine italiano con sus colosales “Cabiria” y “Quo Vadis” y el ruso con Eiseinstein y su escuela.

Estados Unidos fundó sus estudios que pervivieron hasta la década del 70  y el “Star System” del cual salieron Mary Pickford,  Charles Chaplin, Douglas Farbanks, las ya populares hermanas Gish, Buster Keaton , Harol LLoyd y  hasta el mismo Rin Tin Tin, las incorporaciones europeas de Pola Negri, Greta Garbo y Rodolfo Valentino.  No hay que olvidar el intento de Abel Gance al presentar tres pantallas separadas y distintas en su monumental “Napoleón” de 1927.

Argentina que siempre tuvo como modelo a Hollywood posibilitó las apariciones de directores como José A Ferreyra y Leopoldo Torres Ríos y figuras como María Turgenova y Floren Delbene, en historias  de neto corte popular.

El cine norteamericano  tomó forma preponderante desde 1915 a 1927 a partir del estreno de “El Cantor del Jazz”, primer film sonoro de la historia y consolidación de los estudios hollywoodenses. A partir de allí comenzaría la etapa del sonoro, primero con el sistema Vitaphone (con discos sincronizados) que la mayoría de las veces se desincronizaban, eso motivó que la Warner Bros saliera de su inminente quiebra, pero significaba una gran inversión en el nuevo equipamiento de las salas de cine. Es por eso que la Fox patentó el sistema Movietone (el sonido impreso en la película a través de una banda que involucraba voces, ruidos y música) pero también se hicieron dos experiencias interesantes en 70mm, “La Gran Jornada”, de Raoul Walsh (Fox) y “Billy the Kid” de King Vidor (Metro). La Fox lo bautizo “Grandeur 70 mm.” hemos  encontrado la copia de 70mm. de La gran jornada y la mostraremos para ver la diferencia, el caso de Billy the kid la película en 70mm. parece  haberse perdido.

En la Argentina hubo intentos sonoros como el caso de “Muñequitas Porteñas” de José A. Ferreyra en 1931 con discos sincronizados. Hasta que el 27 de abril de 1933 se estrena “Tango” primer film sonoro con banda incluida en la película y un elenco multiestelar (Pepe Arias, Libertad Lamarque, Tita Merello, Luis Sandrini, Mercedes Simone y otros)

La otra gran innovación fue un procedimiento realizado con una cámara que filmaba con tres negativos con los colores verde, rojo y amarillo, que al superponer los tres negativos se daría la magia del Technicolor, siempre bajo la supervisión de la empresa y la mirada obsesiva de Natalie Kalmus y Henry Jaffe, que no siempre acertaban en sus sugerencias.

La primera película en technicolor tricromatico fue Becky Sharp (1935) de Rouben Mamoulian, aunque hubo antecedentes en Technicolor bicromático. Vemos la cámara Technicolor , las tres bandas en color verde ,azul y rojo

En 1939 el productor David O. Selznick presentó la película más famosa de todos los tiempos, su version de la novela de Margareth  Mitchel “Lo que el viento se llevó” exitosa novela convertida rápidamente en un best seller que tuvo tres años de preproducción, tres directores y el casting más complicado de la historia del cine, incluso se inició la filmación con el incendio de decorados de antiguas producciones, simulando el incendio de Atlanta, sin la protagonista elegida, la que apareció esa noche de la mano del hermano de Selznick: Myron, representante de actores, y con un engaño de la actriz que había ensayado todas las poses y  mohines del personaje, la elegida fue Vivien Leigh. La película duraba casi cuatro horas, tenía un diseño de color del escenógrafo y director Willian Cameron Menzies, de acuerdo a cada momento dramático y estado de ánimo de los personajes y la megalomanía de Selznick, que se involucraba desde el tamaño del busto de Scarlet hasta cuantas enaguas debían llevar las demás intérpretes femeninos. Es la película más taquillera de la historia del cine al valor del dólar actual, ganó 10 Oscar de la Academia, se repuso infinidad de veces y hasta tuvo un reestreno en 1967  en 70 mm. Su pase en televisión dividida en dos partes, batió records de audiencia.

Walt Disney después de su Blancanieves en Technicolor considerado en Estados Unidos el primer largometraje de dibujos animados se lanzó a la producción de Fantasía, después de otros largometrajes de dibujos animados. La innovación fue el Fantasound, cuatro bandas de sonido estereofónico, dos de cada lado, que no pudo ser presentada en todos los países en ese sistema, en Argentina se hizo una exhibición especial para la crítica en un barco instalado para tal fin.

Orson Wells, contratado por RKO, realizó la considerada la mejor película de todos los tiempos: “Citizen Kane”, un verdadero en inteligente resumen de toda la gramática cinematográfica hasta ese momento.

En nuestro país el color apareció tras varios intentos fallidos con “Lo que le pasó a Reinoso”, nueva versión del sainete de Alberto Vacarezza, el sistema empleado fue Ferraniacolor. y tendía al color pastel.

Allí damos un salto a la década del ’50 con la llegada de la televisión. Ante el blanco y negro y el tamaño pequeño de su pantalla, Hollywood respondió con sistemas que no se podían apreciar en salas especiales. Así aparecieron el Cinerama, la 3D, el Cinemascope, el Cinemascope 55, la VistaVisión, el 70mm, el ARC 120, la Dimensión 150, el Todd-Ao y hasta el Odorama (películas con olor), todo completado con el vibrante sonido estereofónico. Esto sumado a la reaparición del género histórico bíblico con toda su grandilocuencia y lleno de efectos especiales motivó las grandes superproducciones de la década, que fueron languideciendo hasta los años ’70.

En 1956 se estrena “Todo sea para bien” con Francisco Petrone, primera película en utilizar el sistema AlexScope, hasta que en 1957 se da la primera combinación de Scope y color: “Fantoche” con Luis Sandrini y dirigida por Roman Viñoly Barreto y en 1958 Mario Soffici filma con gran sentido estético en el uso del Cinemascope su obra maestra “Rosaura a las 10”. Siguieron los intentos en el uso del Scope hasta que se produjo la unificación de la llamada pantalla panorámica.

¿Cuál era la diferencia? el Cinerama filmaba y proyectaba con tres cámaras, más un asesor  que sincronizaba todo el sonido e imágenes. El Cinemascope filmaba  con una  cámara que comprimía la imagen  y la descomprimía en la proyección, con 4 bandas magnéticas de sonido estereofónico acopladas a la película, demás está decir que en las salas de barrio, no se colocaba el sonido magnético, conformándose con agregar más parlantes. El Cinemascope eligió su presentación en el Festival de Mar del Plata de 1953 y en abril se estrenó el Cine Broadway casi única sala que poseía el verdadero Cinemascope con sonido estereofónico, recuerdo y tengo el programa de su presentación , como así también la banda de vinilo que se comercializó en forma simultánea: música del gran Alfred Newman. 

Nunca me voy a olvidar del famoso trueno que acompañaba el nombre de Judas Iscariote, que nos hacía saltar del asiento.

El mismo día  pero en el cine Premier, Warner Bross presentó el sistema Naturama 3D, con la inolvidable “Museo de Cera” con Vincent Price y muchos trucos que despertaron admiración en el espectador. La película se presentaba con dos proyectores simultáneos y los anteojos Polaroid, que eran de cartón hacían el resto, la película debía tener un intermedio para cambiar las bobinas (Yo recién la vi en su reposición de 1958, en el desaparecido cine Radar de la calle Esmeralda) y no me pude robar ningún anteojo de celuloide verde y rojo, en ese momento, después en otras intentos por reponer la 3D pude conseguir alguno, de los nuevos ninguno, ya que existe la más estricta vigilancia.

Vivía en la zona de Villa Urquiza y pude ver la instalación en los ocho cines de barrio y comparar  el Cimemascope de cada uno: Cumbre, Aesca, Parque Chas, 25 de Mayo, Grand Bourg, 9 de Julio, Supremo y  Eden Palace, que de Palace no tenía nada, nada comparable al Grand Bourg, con sus tres telones de presentación y sin la cartelera llena de propagandas de comercios del barrio que oficiaba de separación entre la pantalla y el espectador y que servía para jugar en los intermedios. Por supuesto nada comparable a los cines del centro: Opera , Gran Rex, Gran Florida, Broadway, Ocean, Monumental (especializado en cine Argentino, llamado la Catedral del Cine Argentino, ya que todas las semanas estrenaba una película argentina)

Otras  compañías optaron por el Cinemascope y presentaron películas en ese formato, incluso filmaron en el sistema común hasta esa época y el anamórfico simultáneamente.

Sólo la Paramount presentó un sistema distinto la VistaVisión, con su logo característico, se filmaba en película de 35 mm. pero de manera vertical lo  que daba una pantalla más ancha, de 8 perforaciones por cuadro, que al proyectarse en horizontal, daba una imagen más nítida que el Cinemascope que por momentos parecía sobre todo en los bordes que estaba fuera de foco. Esto posibilito que años más tarde, dos de sus películas en Vistavision, fueran presentadas y restauradas en 70 mm.: Vértigo y Los Diez Mandamientos.

Entre el Cinemascope 55mm de “Ana y el Rey”, 1955, y el 70mm existieron tres años de diferencia dividiéndose en cinco sistemas: Super Technirama 70mm, Cámara Metro Goldwin Mayer 65mm, Todd-Ao 70mm, Super Panavisión 70mm y Ultra Panavisión 70mm, que reemplazó al Cinerama con costuras con un proyector único y casi el mismo ancho de pantalla. El Super Technirana 70mm se inauguró aquí en el Gran Florida con “Salomón y la reina de Saba” en 1957, la Cámara Metro Goldwin Mayer 65mm solo tuvo dos películas:” El árbol de la vida” y “Ben-Hur”, aquí usada de manera espectacular en la famosa carrera de cuadrigas, recuerdo el estreno en el Cine Metropolitan en el cual los acomodadores estaban vestidos de romanos, el león no rugía ya que el rey de la jungla no podía ser superior al Rey de Reyes y recién después los espectadores que llegaban tarde podían ingresar a la sala en la secuencia de los títulos, la película estuvo dos años en cartel, ya que se presentaban en sala única y recién después iban a los barrios. Me sorprendió la fastuosidad y el detalle en la decoración del cine con grandes pinturas de la película  en gigantografías y hasta dibujos alusivos en la impresión de los tickets.

Todd-Ao 70mm se inauguró en el Cine Luxor con La vuelta al mundo en 80 días y culminó con la presentación de “Cleopatra” en septiembre de 1963 en el Cine Broadway con entradas reservadas con quince días de anticipación a $210.- cuando el común eran $150.-. Ví la versión completa de cuatro horas que luego se redujo en una sala perfumada con el perfume de la supuesta Cleopatra, años más tarde volvió a restaurarse la versión completa. Hubo otras películas en Todd-Ao, pero sería largo de enumerar.

La Super Panavisión 70mm se inauguró en el Metropolitan con “Lawrence de Arabia”, estuve en la premiere y había un camello, vivo, en la puerta. Con “My fair lady”, nuestro estreno en ese cine superó la presentación de Nueva York: se pintó toda la cuadra en rosa, los acomodadores vestían con color rosa, el cine estaba decorado totalmente con flores y al final de la película, mientras se bajaba el telón caían flores y globos desde arriba. Ya en el colmo del decorativismo, Clemente Lococo, dueño de ese cine, hizo caer nieve al final de la película.

La Ultra Panavisión 70mm significaba filmar y proyectar en 70mm, lo cual fue usado como reemplazo del Cinerama con costuras, se presentó en cine Gaumont con “El mundo está loco, loco, loco, loco” de Stanley Kramer en 1965,  y en el cine Ideal, también de Lococo con “Grand Prix” de John Frankenheimer en 1967. Acudí a ambos estrenos y si bien me gustó me pareció superior el Cinerama de tres costuras.

Una experiencia interesante fue la de Richard Fleischer con “El estragulador de Boston”  1968, protagonizada por Tony Curtis en una de sus mejores interpretaciones y donde se utilizó la Split-Screen, es decir, la pantalla partida en donde veíamos diversos ángulos de una misma escena.

En esta breve síntesis existen muchos ejemplos norteamericanos, dado que en Argentina se siguió siempre todo lo que se hacía en Hollywood. Emprendimientos técnicos importantes en mundo prácticamente no existen salvo el Kinopanorama equivalente al Cinerama con la cual se filmó la versión rusa de “La guerra y la paz” dirigida por Sergei Bondarchuk, estrenada en dos partes en 70mm en el cine Metropolitan entre 1967 y 1968.

                                                                                    Lic. Guillermo Russo

Todo esto va completado con lo visual escenas de películas, fotos, documentos.


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